Se confirma el secreto (a voces): Epi y Blas eran pareja.
- pilarquesada
- 18 sept 2018
- 3 Min. de lectura
Pues sí, así es. El guionista Mark Saltzman lo ha confirmado en una entrevista para el medio Queerty. De hecho, señala que más de una persona se referían a él y a su pareja, Arnold Glassman, como “Bert & Ernie” (los nombres anglosajones de Epi y Blas).

Se ve que la noticia ha "arruinado la infancia" de algunos. A mí lo único que me fastidia de todo esto es que se confirme ahora, más de treinta años después, y que no pudiera haber sido público hace más tiempo y haberse convertido en una pareja homosexual de referencia para tantas niñas y niños (y madres y padres que también los veían, porque antes había una tele y lo que veía uno tenían que verlo todos).

Hay gente llevándose las manos a la cabeza. Diciendo que el contenido infantil no debería estar sexualizado, que el hecho de que los personajes creados para entretener a las jóvenes criaturas se enamoren o tengan sentimientos, es absurdo e innecesario, que han arruinado su infancia. Basta pensar un poco en las películas y series de animación para ver que siempre ha sido así, que siempre se ha desarrollado a los personajes en este sentido, ¡si hasta Simba, de El Rey León, se enamoraba de Nala! De hecho, si quitamos el amor, los enamoramientos y la atracción sexual nos cargamos Disney enterito (o casi). Desde las princesas enamoradas hasta las trancas del príncipe de turno, ya sea un joven galán o una bestia peluda, hasta Marge y Homer Simpson, retrato de una relación matrimonial más muerta que viva, desesperante y un triste reflejo de la realidad de tantas mujeres que han aguantado lo inaguantable por amor, gran cantidad de series y películas de animación cuentan historias de amor heteronormativas, cuyos personajes han sido sexualizados, y mostraban sentimientos y atracción hacia los del otro género. Entonces, queda claro que si hay algo que molesta en que Epi y Blas sean pareja es que son dos hombres, lo que no termino de entender es que sea una sorpresa para alguien. Si imaginamos que uno de ellos fuera una mujer, el hecho de que fueran o no pareja no sería ni un tema de discusión, sino que estaría aceptado desde el momento en que se empezó a emitir Barrio Sésamo. En otras palabras: si se critica que Epi y Blas sean pareja, es por homofobia.
Esto de Epi y Blas no deja de ser un reflejo de una realidad: miles de parejas homosexuales que han compartido su vida y que han sido, a ojos de los demás, “buenos amigos”. Seguro que conocéis una historia así: esas dos señoras del pueblo que son amigas desde jóvenes, que se mudaron juntas, que comparten coche, cocina y cama, que bailan agarradas en las fiestas y que se quieren por encima de todas las cosas. Así han vivido y viven a día de hoy muchas parejas homosexuales, siendo a ojos de los demás amigos y nada más, y sin reconocer, por miedo, por prohibición o por una combinación de factores, que son mucho más que eso.
Pues eso. Que si Epi y Blas eran pareja y así lo pensaba su creador, bienvenido sea. Bravo por ellos. Bravo por su guionista, que aunque más de treinta años después, lo ha dicho. Y a los que defienden que niñas y niños no deberían ver contenidos donde se expongan a parejas homosexuales, les digo: os lo habéis comido con patatas. Y todos hemos crecido viéndolos, y la heterosexualidad no ha dejado de existir (por ahora).
La relación homosexual de Epi y Blas no arruina tu infancia: te da una lección y te hace recordar que hace unos años había cosas que no te importaban una absoluta mierda. Lo único que nos debería ofender de esto es que Epi y Blas no se llamaban Epi y Blas, se llamaban Bert y Ernie ¡Eso sí es motivo! ¡¿Qué nombres son esos?!
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